viernes, 18 de abril de 2014

53 SEMANAS DE MÚSICA RELIGIOSA (II)

Martes Santo de barroco español y un nuevo estreno.
La tarde del Martes Santo se abrió con uno de los conciertos más esperados de la presente edición. La soprano zaragozana Marta Almajano –quizá la mejor cantante especializada en los siglos XVI, XVII y XVIII en España— nos ofreció un inmenso recital titulado El agua del llanto. Tonos a lo divino del barroco español. La voz de Almajano no sólo es poderosa y plástica, sino que transmite una musicalidad cálida y siempre sorprendente. En ella los afectos de la música y la letra fluyen con naturalidad y elegancia.
Sin embargo, en este concierto, quiero destacar el impresionante elenco instrumental  que acompañaba: Ventura Rico a la viola da gamba, Juan Carlos Rivera a la guitarra barroca y Eligio Luis Quinteiro (que ya nos sorprendió en el concierto del domingo en su faceta de director) a la guitarra renacentista-barroca y a la tiorba. Tanto en la riqueza rítmica, el timbre, la afinación como el conocimiento del estilo estuvieron simplemente sensacionales. Todo fue riqueza, vivacidad y color. En sus apariciones sin cantante llegaron a una cumbre total, como esas preciosas Marionas de Guerau –soberbio Rivera—  la Passacaglia de Kapsberger o en Sussana Passeggiata de Selma y Valverde.

MARTA ALMAJANO @SMR Cuenca/Santiago Torralba

A las 20:30 horas en la iglesia de la Merced tuvimos un viaje a la vanguardia norteamericana y el segundo estreno del Festival. La actual biblioteca del seminario es un recinto muy sugerente para la creación contemporánea, por la peculiar estructura espacial que se ha conseguido.  Entre sus muros pudimos disfrutar del segundo encargo de las SMR, la obra del austriaco Klaus Lang, La vaca traslúcida. La página, de título peregrino –muy acorde con la estúpida biografía plasmada por el compositor en las notas al programa— se presentó con imágenes de pinturas de Fernando Zóbel en un exquisito trabajo de Poldo Pomés. El lenguaje de Lang busca la evolución del oyente ante el sonido como materia prima. Los elementos utilizados son mínimos, sólo los pequeños viajes entre intensidades y la dicotomía consonancia-disonancia generan variación. Sin embargo, la fórmula cuajó triunfó ante un público entregado. El concierto se cerró con la magistral Rothko Chapel del norteamericano Morton Feldman, partitura que es inspiradora de la de Lang, pero mucho más compleja en los medios.
La interpretación del Taller Atlántico Contemporáneo y del coro Codetta, dirigidos por Diego García combinó el compromiso y la pasión por el trabajo bien hecho con una sensibilidad y una profesionalidad sobresalientes. La paleta de matices de ambas combinaciones era inagotable, especialmente en los detalles, como esos increíbles pianissimos y los imperceptibles pero reales cambios de dinámica. La labor de todos fue excepcional en una nueva noche de música contemporánea.

TAC y CODETTA@SMR Cuenca/Santiago Torralba
Klaus Lang. @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Miércoles Santo. Violonchelo contemporáneo y una Pasión muy plana.
El primer concierto del día tuvo como escenario la Fundación Antonio Saura y como protagonista al violonchelista Iagoba Fanlo. El repertorio estuvo totalmente dedicado al repertorio de los siglos XX y XXI, con autores de diferentes orígenes y estéticas. La difícil tarea de combinar obras maestras –como la juvenil Sonata de György Ligeti— con otras piezas que variaban entre excelentes y menores, fue resuelta gracias al talento del intérprete.

IAGOBA FANLO @SMR Cuenca/Santiago Torralba

A las 20:30 en el Teatro Auditorio tuvimos una nueva versión de La Pasión según San Juan de Johann Sebastian Bach. Los encargados de llevarla adelante fueron la Orquesta del siglo XVIII y la Capella Amsterdam bajo la dirección de Daniel Reuss.
Lo primero que tengo que remarcar es la tristeza por la imposibilidad de ver en directo al director principal de la formación, Frans Brüggen. La enfermedad y la edad son implacables, aunque espero que el maestro tenga aún tiempo para darnos algo más de su arte a los que amamos la música.
Tras ello, quiero dar una pincelada de esta Pasión. La orquesta sonó bien, empastada y afinada. El coro, fabuloso, impacta por la calidez de su sonido y sus posibilidades expresivas. Comenzó dubitativo pero fue mejorando con el paso del tiempo. Hasta ahí todo fue correcto, pero es que en lo que falló el director fue en lo esencial: la concepción dramática. Las pasiones bachianas son obras escénicas sin escena. Nos narran la historia más bella jamás contada y por consiguiente, no pueden tener nunca una lectura de números separados. Daniel Reuss no afrontó la partitura como un todo, ni a niveles de agógica ni en expresividad, dando la impresión de escuchar una lectura de la obra, correcta pero sin alma.
Debo destacar entre los solistas a Anders Dahlin en el papel de evangelista. Su voz era teatral y llevó adelante el drama con belleza y mucho conocimiento del papel.

ORQUESTA S. XVIII. CAPELLA AMSTERDAM @SMR Cuenca/Santiago Torralba

Jueves Santo decimonónico.
La iglesia de la Santa Cruz se ha convertido en una preciosa sala de conciertos tras su restauración. A diferencia de la iglesia de San Andrés, cuya acústica es imposible, la Santa Cruz tiene una reverberación amplia, pero justa para instrumentos a solo o pequeñas agrupaciones de cámara.
En este privilegiado escenario disfrutamos de un concierto para un pianoforte Érard de mediados del siglo XIX. La belleza del instrumento y lo cálido de su sonido, menos potente que los actuales pero con un exacto equilibrio sonoro y un timbre inolvidable, convierte en un deleite su escucha y nos da nuevos matices que no se pueden percibir en un Steinway.
La encargada de su interpretación fue la venezolana Natalia Valentín, que ofreció un recital del siglo XIX, teniendo como eje al compositor francés Charles Valentin Alkan. La música de Alkan es refinada y de buena manufactura, pero de escasa ambición armónica y sólo relativa profundidad. Mucho más interesante me pareció la obra El peregrino, del romántico español Martín Sánchez-Allú, con un intenso motivo inicial que es la base de toda la pieza. El concierto se completó con la exquisita Fantasía en Re menor K397 de Mozart, el Rondó Capriciosso de Félix Mendelssohn y la Fantasía Improntu de Chopin.
Natalia Valentín interpretó con nitidez y fraseo detallado. Creo que el propio instrumento incentiva a ir más allá y a destacar más elementos dentro de la frase musical. La caraqueña dejaba muy claras las distintas secciones de las partituras, enseñando una nitidez muy labrada y casi pedagógica. Un concierto hermoso.

 NATALIA VALENTÍN @SMR Cuenca/Santiago Torralba

La tarde del jueves se cerró con la orquesta clásica Camerata Ireland y el coro Codetta en un monográfico sobre Beethoven. El concierto nº 4 para piano y orquesta y el oratorio Jesús en el monte de los olivos.
El cuarto concierto de Beethoven es una obra maestra de madurez, que contrasta con el dramático tercero y el ambicioso quinto. El director de la Camerata Ireland, Barry Douglas,  ejerció también de solista. Cumplió con mucha solvencia en la difícil tarea doble, mostrándonos un Beethoven heroico, brioso y detallista. Quizá debió cuidar un poco más el equilibrio entre el piano y la reducida orquesta (con sólo 18 cuerdas y vientos a dos) pero la concepción general fue excelente.
La segunda parte se dedicó a una obra poco conocida de Beethoven: Christus am Ölberge, opus 85. A pesar de su número de catálogo es una partitura juvenil, heredera de Haydn y con momentos hermosos, como el pasaje fugado final o algunos números corales. Esconde talento y cierta precipitación. No encontramos el impulso dramático que despunta en Fidelio pero sí muchas de sus intenciones.

El coro Codetta abordó esta obra con la misma maestría que el martes. Es apabullante su riqueza y precisión, capaz de sacar adelante cualquier propuesta con una profesionalidad que dan auténtica envidia. La orquesta y los solistas mantuvieron el elevado nivel.

CAMERATA IRELAND, CODETTA @SMR Cuenca/Santiago Torralba

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